Acampa condena la última ofensiva militar de Marruecos contra el pueblo saharaui y recuerda el expolio de recursos que hay detrás de la ocupación

  •  La red de organizaciones en defensa del Derecho a Refugio recrimina al tiempo el silencio cómplice de la ONU y del Gobierno español respeto a la población de la que fue la última colonia de nuestro país
  • La explotación de recursos naturales del Sáhara Occidental está presente en la muestra fotográfica Expolio de la cuarta edición de Acampa pola Paz, instalada en los Jardines de Méndez Núñez, en el centro de A Coruña

 A Coruña, 17 de noviembre de 2020.- Acampa por la paz y el Derecho a Refugio condena el ataque militar de Marruecos contra el pueblo saharaui en Guerguerat (la única salida al mar de los saharauis) y recrimina el silencio cómplice de la ONU y también del Gobierno español respecto a situación de la que fue la última colonia de nuestro país. La ocupación del Sáhara Occidental por el reino alauí hace ya 45 años (Marcha Verde) no es ajena a la explotación y el expolio de sus abundantes recursos naturales como la pesca, los fosfatos, los hidrocarburos o la propia arena del desierto, bienes de los que primero se aprovechó España durante la etapa colonial y ahora lo hace Marruecos.

El expolio de recursos y sus consecuencias para las poblaciones autóctonas es el tema sobre el que orbitan este año las actividades de Acampa en su cuarto encuentro internacional, que se desarrolla hasta el 14 de diciembre en A Coruña. La situación del pueblo saharaui, refugiado en los campos de Tinduf (Argelia) –unos de los más longevos del mundo- y el muro que levantó el Reino marroquí contra ellos forman parte de la exposición fotográfica Expolio, elemento central de esta edición de Acampa por la Paz, una muestra que puede visitarse en los céntricos Jardines de Méndez Núñez de la ciudad coruñesa.

Acampa es especialmente crítica con la postura de nuestro país respecto a este dilatado conflicto, tanto por su nula intervención en su resolución a lo largo de este casi medio siglo, como por el bochorno histórico de abandonar a su suerte y no reconocer la nacionalidad de los habitantes de la provincia española del Sáhara tras la ocupación marroquí. Los antiguos documentos de identidad españoles que conservan muchas de las personas refugiadas de Tinduf son un testimonio gráfico del vergonzoso proceso de descolonización de España y sus consecuencias para el pueblo saharaui. No menos condenable para la red Acampa es la actitud de la ONU, que lleva 45 años jugando al despiste con la convocatoria del prometido referéndum de autodeterminación y sin intervenir contra Marruecos, lo que viene a significar, de facto, un apoyo a la ocupación.

La muestra “Los dos lados del muro”, que firma el fotoperiodista sevillano Luis de Vega, documenta en la exposición Expolio la vida alrededor del larguísimo “muro de la vergüenza”, levantado en medio del desierto por Marruecos para intentar impedir el regreso de los saharauis y evitar posibles ataques de un Frente Polisario  cuya capacidad militar, sin apoyo externo, es casi nula. Un escenario en el que conviven el drama de las personas refugiadas abandonadas durante décadas en los campos de Argelia y la explotación de los grandes recursos de la zona ocupada por parte de Rabat. “España, como potencia oficialmente responsable del territorio, y Marruecos, como ocupante de facto, se sienten cómodos en medio de la indiferencia de la comunidad internacional. La colonia más antigua de África no es noticia habitual”, escribe en la descripción de su muestra en Acampa el fotoperiodista que firma las instantáneas.

La exposición Expolio es el núcleo central de esta edición de Acampa, condicionada por la pandemia del Covid-19, que obligó a la organización a restringir al mínimo las actividades y a prescindir de la presencia en la ciudad de activistas y especialistas de primero nivel mundial como ocurrió en años anteriores. El encuentro internacional cuenta con el apoyo del Ayuntamiento de A Coruña, la Diputación Provincial y la Universidad coruñesa.

Esta exposición urbana de gran formato, puede también visitarse de manera virtual a través de la web de Acampa www.redeacampa.org o de la plataforma www.peopleartfactory.com

El robo del agua “marca España” que sufre Guatemala

El programa de esta cuarta edición de Acampa por la Paz y el Derecho a Refugio también incluye un encuentro en línea organizado en colaboración con la OCV (Oficina de Cooperación y Voluntariado) de la Universidad de A Coruña y la oenegé Ecos del Sur. La charla, que tendrá lugar el 26 de noviembre a las 19.30 horas (hora de Galicia) y 12.30 horas (hora guatemalteca) contará con la participación del abogado y notario de Guatemala Juan Carlos Peláez Villalobos y el profesor asociado en la Universidad Autónoma y en la Universidad Carlos III de Madrid Pablo Martínez Osés, miembro del colectivo “La Mundial”. La charla estará moderada por el escritor y músico Xurxo Souto.

La realidad de Guatemala, con las comunidades indígenas perseguidas en su defensa del territorio frente al expolio tiene mucho que ver con nuestro país. No en vano, son varias empresas “marca España” las que desecaron sus ríos con la construcción de minicentrales hidroeléctricas, dejando a estos pueblos sin hábitat y sin recursos de supervivencia. El daño se agrava en estos días con la llegada de los huracanes. Las empresas soltaron el agua retenida llevándose por delante pueblos enteros, anegando viviendas, campos de cultivo y hundiendo las reservas de semilla de muchas comunidades indígenas.

Acampa por la Paz y el Derecho a Refugio, red nacida en A Coruña en 2016, con ramificaciones ya en Madrid, Brasil y gestándose en Portugal, es un movimiento sin fines de lucro cuyo objetivo es defender los Derechos Humanos, el Derecho Internacional Humanitario y el Derecho a Refugio. ES una red transversal de la que forman parte ya sesenta y seis colectivos sociales, culturales, educativos, vecinales, oenegés y organizaciones de defensa de los Derechos Humanos, partidos políticos y agrupaciones sindicales, además de instituciones y empresas con responsabilidad social de la ciudad y del resto del país.